¿Dónde estas? ¿Cómo se puede extrañar a alguien sin conocerle? Si ni me imagino tus facciones, el tono de tu vos, o tus reacciones, tu favorito de todos los colores, no sé tu nombre y a veces hasta dudo de tu existencias... ¿Habrá un anillo para cada dedo? ¿Un roto para mi descosido corazón?
Si aún me sangra hiel por la herida de aquellos besos desquiciados, si aun alberga mi alma un odio impregnado con su nombre... ¿Que sentimiento dulce y noble puedo crear hacia alguien que, al menos, aun a mi lado no está?
Los observo a aquellos tórtolos torpes, escasos de paciencia y abundosos de orgullo esquivándose lo que tanto buscaron por querer imponer tonterías. ¡Cuánto dientes de leche hay ahí!
Y mi boca con sus cuatro juicios cerrados aun espera ese pan tan deseado...