Me alegra decirles que no van a socavar mis cimientos. Que esta vez estoy segura de que me han hecho más fuerte. De que a pesar que se han camuflado muchas veces de corderos, me he dado cuenta sin lamentar mayores bajas. Que han logrado que suba la guardia, que me guarezca de centinelas avezados en el arte de encontrar zorros disfrazados. Ya no soy presa de ustedes ya no les temo y ya no me duelen.
No hay más acoso en este infierno porque ya no existo más que debajo de este cielo.
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