Eterna despedida,
siempre el último aliento de vida
es el que se va con usted.
Nunca una correspondencia
tan sentida
había logrado tener.
Siempre anhelando ser
la princesa de utopía
y con usted…
lo pude ser.
Solo que he dejado
en medio
un tendal de alegrías
que no vieron el amanecer…
Y en tu ojos y en los míos
esperanzas frustradas
de un amor que no fue…
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