jueves, 31 de marzo de 2011

Morocho porteño

Me gusta tu nombre, tan simple, tan puro, tan pulcra la letra, tan liviana la palabra. Tan ameno tu rostro que esta integro en mente, no tengo que mirar fotos para recordar la distancia entre tus sienes. De repente parece que te conozco, de repente empiezo a hilar los hilos del destino y a responder esos porque. Me gusta, no llevas perfumes. Me gusta, vestís simple. Me gusta, no queres ser inalcanzable. Solo un hombre más entre las inundadas calles de Buenos Aires. Quiero atar los cabos que ate en otras personas, en mis paralelos de referencia, pero quiero atarlos en mi esta vez, quiero atarlos correctamente. Quiero que El de arriba me dé esa mano o que al menos me señale con el dedo a aquel morocho porteño (que estoy imaginando).

No hay comentarios:

Publicar un comentario