miércoles, 4 de mayo de 2011

Delirios de madruga


Robate mi aliento,
yo arañaré tu espalda
dejándote las marcas
de mi pasión en el cuerpo.
Tú... ya me las has dejado en el alma,
sorprendiéndola el alba,
soñando con tu encuentro.
El amanecer no ha borrado tus besos
nada los borra,
parecen tallados a mi cuello,
aún los siento.
Y a lo lejos...
escucho tus paso
parece que Dios
ha atendido mis ruegos...

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