lunes, 9 de agosto de 2010

Maestro de la perfidia.


Extraño El Calafate,
el infinito hielo detrás de mi,
la felicidad,
el sonreír,
podría jurar que fui feliz!
Espero haber escondido mi expresión ayer
cuando te vi,
quizá nadie noto
que anhelaba estar ahí...
detuve las imágenes pocos segundos
y volví,
quizá nadie noto
mis ojos cuando te vi.
Esconder las expresiones es difícil
cuando uno ve miradas vigías
que inocentes ignoran lo que yo sentía.
Quisiera tener la sangre fría
pero esa es un arte
que no es la mía,
mas si la tuya,
maestro de la perfidia.

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